- El mundo ha cambiado y con él la sociedad femenina. Raro resulta ya que una mujer desee vivir a despensas de un marido o no anhele tener su independencia monetaria. Hoy en día, esto también se refleja en la decisión que muchas de ellas toman al momento de plantearse el tema de la maternidad. Y cada vez son más las que deciden no ser madres.
Por Débora Huentrul

«Me di cuenta de que, en realidad, no quería ser mamá. Y ha sido una de las mejores decisiones de mi vida» dice sin vacilaciones Camila Araya, psicóloga de 32 de años que vive sola con su pareja en un confortable departamento en Providencia. Muchos de sus vecinos, explica, son padres jóvenes, así como la mayor parte de sus amigas. Para Camila, esto no es un asunto que le genere complicaciones.
«Aunque mis papas se quejaban al principio, he logrado convencerlos de que esta es una decisión importante para mí. Ya no me ponen dramas. Tampoco es que no me gusten los niños ¿entiendes? Pero personalmente no me siento preparada para criar uno. Yo siempre he sido independiente; me gusta viajar, me gusta tener mucho tiempo para mí misma y soy bastante gastadora. Los hijos solo me complicarían la vida, así que opté por no tenerlos».
Para muchas mujeres, esto podría resultar inconcebible, pero lo cierto es que no es tan raro como parece. Una realidad que se refleja en el descenso ininterrumpido de la tasa de natalidad en numerosos países del mundo, entre los que también se encuentra Chile. Y es que si en el año 2000 1 de cada 10 mujeres no tenía hijos, hoy en día esta situación ha cambiado radicalmente, con 1 de cada 5 mujeres.
De hecho, quienes optan por no convertirse en madres suelen ser mujeres jóvenes recién egresadas de la universidad o que se han insertado de lleno en el mundo laboral, decisión que a menudo topa con las críticas de los amigos y los familiares. Un problema que tiene estrecha relación con la mentalidad de un sistema patriarcal, donde ser mujer aún se asocia con ser mamá.
«Es un error creer que traer hijos al mundo es garantía de felicidad» advierte Camila «A mi consulta llegan muchas mujeres que creen sufrir de un problema mental por no querer tener hijos con su pareja o esposo, lo cual me parece terrible, ya que esto es solo la consecuencia de una visión demasiado generalista sobre el papel de la mujer en la sociedad. No se es menos mujer por no ser madre. Y conozco a muchas que no lo son y tienen vidas perfectamente normales. Se trata de una decisión personal y ambas son factibles».
Y añade:
«Algunas personas me han dicho que soy cruel al decir que prefiero no sacrificar mi vida por tener hijos, pero yo creo que es mucho más cruel traer un niño no deseado, de forma irresponsable y sin pensar en las consecuencias. Después esos niños crecen cargando con la frustración y la amargura de sus padres, sin cariño. Y esta sí que es una realidad triste y tremendamente común».
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