La gastronomía española es conocida en todo el mundo y gracias a la dieta mediterránea contribuye a una vida más larga y saludable. Sin embargo, a pesar de sus beneficios, en ocasiones nos desviamos de esta dieta tradicional y nos acercamos a la dieta occidental, lo que puede tener consecuencias negativas para nuestra salud.
Hay alimentos típicamente españoles que consideramos saludables, pero que se asocian a un mayor riesgo de enfermedades. Aquí hay tres ejemplos de alimentos a considerar.

A pesar de ser un elemento icónico de la gastronomía española, el chorizo es una carne procesada que se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer de colon y recto, según la OMS. El consumo regular de carne procesada aumenta el riesgo de desarrollar estas enfermedades.

Aunque el vino está asociado con la longevidad, no hay estudios científicos que respalden esta suposición. De hecho, el consumo prolongado de alcohol puede derivar en hipertensión arterial, enfermedades cardíacas, cerebrovasculares y hepáticas, entre otras.

El pan blanco es otro alimento habitual en la dieta española que puede resultar perjudicial para la salud. Dado que es equivalente a comer azúcar, provoca picos de azúcar en la sangre y el consumo debe ser limitado. En su lugar, es recomendable confiar en alternativas más saludables como el pan integral.
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