La decoración de estilo nórdico tiene su origen en el norte de Europa con el objetivo de combatir la falta de luz y convertir el hogar en un lugar tranquilo donde refugiarse de las bajas temperaturas invernales. Sus pilares son el minimalismo, la búsqueda de la claridad y la calidez. Si quieres convertir tu hogar en un espacio sumamente confortable, te enseñamos todos los trucos que debes saber para sumarte a esta tendencia.
El estilo nórdico se centra en lo esencial. El minimalismo es el pilar de esta tendencia. Su decoración se basa exclusivamente en elementos prácticos que facilitan la vida y evitan abarrotar los espacios con adornos innecesarios. Se descartan todos los elementos decorativos que no tengan un uso diario concreto, de esta forma la estancia parecerá mucho más grande y te resultará más cómodo moverte por ella.
Por ello, el valor que prima en las viviendas es el de la funcionalidad. Por un lado, es mucho más accesible en cuanto a movilidad, porque no tienes que renunciar a elementos decorativos que, por muy bonitos que sean, estorban. Por otro lado, tiene menos cosas de las que hacer un seguimiento, el orden y la limpieza se simplifican, y puede crear fácilmente un clima de armonía y calma que hará que desee quedarse en casa.
Aprovecha al máximo la luz natural
Si eliminamos elementos innecesarios, no solo aumenta la sensación de espacio, sino que hay menos obstáculos al paso de la luz y es mucho más fácil aprovechar las horas de sol. Esto no solo supone un ahorro a nivel energético, sino que aporta vitalidad y optimismo a las estancias. Una ventaja que tenemos sobre los países nórdicos es que nuestras horas de luz al año son mucho mayores que allí. Así que si decides aprovechar esta tendencia, te beneficiarás por partida doble en este sentido.
Habitación blanca y luminosa con motivos de la naturaleza / PEXELS
Una de las claves para sacar el máximo partido a la luz es utilizar el blanco en paredes y muebles. Este color refleja la luz y da una sensación de calidez y brillo extra. Si quieres decorar tu casa con un estilo nórdico, abandona los colores oscuros y apagados que hacen que las estancias parezcan más pequeñas y tenues, opta por el blanco o los colores claros que potencian esta sensación.
Grandes ventanales sin cortinas que bloqueen el paso de la luz es otro requisito imprescindible. Cualquier luz natural es más que bienvenida en este estilo, por lo que una ventana exterior que permite que los rayos del sol inunden todas las habitaciones es una de las favoritas de los nórdicos. Para protegerte en los periodos de descanso sin molestar al clima, opta por telas semitransparentes a modo de cortinas para que te protejan de los cortes directos mientras duermes, pero que no cambien de repente la esencia de la casa.
Opta por materiales naturales
Junto al minimalismo y la luz, la calidez es el tercer pilar del trípode de la decoración nórdica. Elementos naturales como la madera son grandes conductores de este sentimiento. Opta por este material para tus suelos y muebles, pero también puedes añadir elementos decorativos más sutiles y elegantes como marcos de cuadros, candelabros o lámparas.
Sala luminosa de estilo nórdico en colores blanco y madera y con elementos naturales / UNSPLASH
La piedra o el mármol son otros materiales que también favorecen este estilo, sobre todo a la hora de decorar baños o cocinas. Si decides decorar tus espacios con uno de estos materiales, asegúrate de que el resto de elementos respeten los colores predominantes para no romper el orden cromático. Sin embargo, no hay que olvidar la máxima del estilo nórdico: siempre colores claros para reflejar mejor la luz.
Aunque el exceso no es compatible con la decoración nórdica, hay detalles que parecen mínimos pero son imprescindibles y por ello es necesario cuidarlos. Detalles como almohadas, mantas o ropa de cama van más en sintonía con este clima de calidez y confort, optando por materiales como el lino, el algodón o la lana, que potencian esta sensación y pueden ser la guinda de la decoración. .
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