Cuando uno piensa en alta costura, a menudo piensa en los talleres de las casas de moda francesas e italianas, las alfombras rojas a precios increíbles o las colecciones en las pasarelas de las semanas internacionales de la moda. Pero no hay que ir muy lejos para encontrar el verdadero arte de la aguja, especialmente en Lagartera. Cualquiera que haya visitado esta comunidad toledana habrá visto que estos métodos de costura no son solo métodos de confección de prendas, van mucho más allá.
Es un estilo de vida que acumula un legado centenario -cuyo origen aún es algo incierto- y cuya verdad sólo conocen quienes han vivido allí (o han tenido el placer de recorrer sus estrechas calles llenas de encanto e historia). Tesoro cultural que alberga nuestro país.
«Este legado del trabajo del tejido lo recibí de manos de mi madre y mi abuela… y así lo transmití a las nuevas generaciones; y es que las diferentes técnicas que hay en la confección de ropa se conocen y se hacen solo aquí”, dice Chencha Moreno García, una campesina de Lagartera, cuando entramos a su taller, un museo vivo. En cada una de las prendas, desde vestidos hasta blusas o petos, es habitual el uso de seda natural con brocados y lazos; Gasas, linos y lienzos bordados con pedrería, medias talladas en rojo… Detalles minuciosos que requieren horas de trabajo que hacen que cada pieza sea única.

La obra de Lagartera está declarada Bien de Interés Cultural.
cuervo cuco
Según explica, en cada una de las piezas presentadas se concentran prácticamente todos los tipos de tejido existentes y añade que en la indumentaria, las formas a nivel volumétrico y arquitectónico crean una amalgama textil inspirada en su identidad cultural global. «Lagartera fue y es una isla estética porque representa en sí misma un estilo de vida. Más allá de sus vestimentas y untuosas vestimentas, también hace referencia a sus casas, sus interiores y sobre todo a la teoría del lenguaje: la música, la gastronomía, la danza…, por lo que su obra será declarada Bien de Interés Cultural en los próximos meses. » .
Precisamente por este reconocimiento nos desplazamos hasta la pequeña localidad manchega para descubrir sus peculiaridades, que, como nos cuentan los compatriotas de la zona durante nuestro paseo, han inspirado a artistas de todas las disciplinas, como el pintor Joaquín Sorolla (el retratado a principios del siglo XX), José Ortiz Echagüe, el maestro Jacinto Guerrero o Mario Testino (quien también nos cuenta que fue embaucado tras su sesión de fotos).

Tipos de Lagartera o Amigo de la Lagartera, Joaquín Sorolla (1912).
DR
Gran influencia en la moda de ayer y de hoy
Tras visitar el taller de Chencha, nos dispusimos a hablar con el interiorista Tomás Alía, quien no solo es un icono internacional del diseño y la artesanía en la región, sino también uno de los mayores defensores de todo lo que define a Lagartera. La pasión por estas técnicas corre en la sangre del manchego, porque es hijo de Pepita Alía, maestra lagartera y símbolo dentro y fuera de la ciudad. «Mi madre traspasó los límites en su lucha por el oficio del bordado, elevando el oficio a la categoría de arte y actuando como pionera en tiempos más convulsos. Proveedora de la familia real holandesa y con piezas bordadas por ella misma en lugares tan dispares como la Zarzuela y el Palacio de Buckingham, la Casona de Venezuela o el Vaticano, entre otros”, explica al inicio de nuestra entrevista.
– ¿Qué puedes decir sobre el origen de la obra de Lagartera?
La procedencia y el origen con datos históricos sugieren que la mujer de Lagartera lució sus gorgueras bordadas, pechera y medias rojas bordadas con seda de colores y varias pedrería en 1930. Los adornos y aretes de coral y oro que usaban hacían que su belleza fuera muy poderosa. El confesor de Isabel la Católica habla también de los excesos y riquezas que ya existían en aquella época. Incluso en el siglo XVI hay documentos que hacen referencia a ella. En el siglo XVIII se hablaba de tejedores de tejidos de lana, tejidos finos, tintoreros… un gran número de oficios masculinos dedicados a la fabricación y venta. Al mismo tiempo estaba la escuela campesina, que ilustraba todo el tejido textil.

Se necesitan al menos 2 años para hacer un disfraz de Lagartera.
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– ¿De dónde salió la pieza más antigua de Lagartera?
Las fugas serían del siglo XVI y también con gorgueras y pecheras.
– ¿Se puede considerar la obra de Lagartera Alta Costura?
Naturalmente. Desde la composición volumétrica hasta cada ejercicio estilístico y ejecutivo de las prendas, todo depende de la exquisita confección. Por ejemplo, si se analizan los pliegues de las mangas, parecen un preludio de lo que mencionaba Mariano Fortuny en los pliegues de su ropa. Cuando Mario Testino me llamó un día para preguntarme si realmente existían estos trajes (después de verlos en el libro de Ortiz Echagüe), lo invité a que viniera a verlos. Cuando llegó a mi casa y vio la variedad de vestidos de noche, quedó fascinado.
– ¿Cómo es el proceso de elaboración de un vestido?
El proceso es muy lento. Hacer un traje puede llevar al menos dos años. Lo primero que se necesita es encontrar las piezas originales, así como los textiles necesarios para ello. Cuando se hace con piezas contemporáneas, pierde por completo toda su magia. Las horas son incontables porque, además del volumen, cada pieza está cuidadosamente bordada con hilos, sedas, pasamanería… todo. Eso no cuenta las joyas. Lo más importante es la capacidad de componer exquisitamente esta información excesiva a nivel formal y cromático.

Lagartera ha inspirado colecciones de diseñadores como Oscar de la Renta e Yves Saint-Laurent, entre otros.
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– ¿Cuánto puede costar uno de estos trajes?
Como se trata de piezas únicas que tienen dos o tres siglos de antigüedad, pueden costar desde 30.000 euros y más. Pero nadie vende estos trajes, son auténticos tesoros.
– ¿Hay algún diseñador actual que creas que se ha inspirado en Lagartera para sus colecciones?
Un diseñador lo presentó hace poco a la andaluza. Como te dije antes, Mariano Fortuny estuvo influenciado por ellos; Oscar de la Renta lo tuvo muy en cuenta y también se pueden ver pinceladas en algunas colecciones de Yves Saint-Laurent, Cristóbal Balenciaga o John Galliano.
Como colofón final de nuestra entrevista, Alía desvela que con motivo de esta Declaración de Bien de Interés Cultural, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, junto con la Dirección General de Turismo, Comercio y Artesanía de Castilla-La Mancha, ha puesto en marcha un proyecto de reflejar y visibilizar estas técnicas en el libro “Labores de Lagartera, sus Indumentarias y otras Producciones Textiles” que realizaron junto a expertos en el tema y los ciudadanos de la ciudad, en el que se valora este oficio universal y su importancia desde un punto de vista cultural. Punto de vista; y la necesidad de su protección, preservación, continuidad y proyección.
En definitiva, Lagartera es un tesoro a poco más de una hora de la capital que los amantes de la moda y el arte deberían incluir en su itinerario cultural.
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