Cada vez más directoras de orquesta, compositoras e intérpretes están accediendo a escenarios internacionales en un campo históricamente dominado por hombres.
Iniciativas educativas y festivales especializados han sido clave para fomentar su participación y visibilizar sus aportes.
Figuras como Alondra de la Parra y Nathalie Stutzmann se han convertido en referentes, impulsando el cambio hacia una mayor equidad en la música académica.

Este avance no es casual. Conservatorios y festivales han impulsado programas específicos para apoyar el talento femenino en la música académica. “La igualdad de oportunidades en el acceso a la dirección orquestal es un proceso que recién está tomando fuerza, pero los resultados ya se comienzan a notar en las salas más importantes”, afirma la musicóloga argentina María Campos, especialista en estudios de género y artes escénicas.
Aun así, la brecha es evidente. De acuerdo con la Liga Europea de Orquestas, solo el 8% de las obras interpretadas durante la última temporada en grandes auditorios fueron compuestas por mujeres. La explicación es histórica: el canon musical sigue dominado por figuras masculinas y las compositoras han debido luchar por visibilidad y programación.
En este contexto, algunas protagonistas se han abierto camino hasta transformarse en referentes globales. La mexicana Alondra de la Parra ha dirigido orquestas como la de París y la de Berlín, mientras que la francesa Nathalie Stutzmann se convirtió en una de las pocas mujeres al frente de una gran orquesta estadounidense. “No se trata solo de subir al podio: estamos cambiando la narrativa sobre quién puede liderar una orquesta”, dijo Stutzmann tras asumir su cargo en Atlanta.
Las intérpretes también están jugando un rol clave en este giro cultural. El incremento de concursos y becas exclusivas para mujeres ha permitido que más instrumentistas lleguen a posiciones titulares dentro de orquestas profesionales. La violinista chilena Carolina Silva, quien actualmente se desempeña en Europa, destaca que el avance es real, pero advierte que aún existen barreras: “Las mujeres debemos demostrar el doble para lograr el mismo reconocimiento”.
Diversas iniciativas buscan transformar la industria desde su base. Programas como “Conducting Women” en Alemania o los nuevos lineamientos de paridad en festivales internacionales —entre ellos, el BBC Proms y el Cervantino— están ayudando a equilibrar la representación en los escenarios. Las cifras acompañan este movimiento: la participación femenina en posiciones de liderazgo musical aumentó un 25% solo en los últimos cinco años.
El cambio puede ser lento, pero es constante. Cada concierto dirigido por una mujer o cada estreno de una compositora amplía los límites de lo posible en la música clásica. Como resume la musicóloga Campos, “cuando una mujer toma la batuta, no solo dirige una orquesta: dirige el futuro de la música”.
/escrito por Ana María García, especialmente para www.todomujeres.cl








