- Pese a las escasas facilidades para su uso, cada vez son más los capitalinos que utilizan la bicicleta para dirigirse a sus lugares de trabajo o estudio. Índices arrojan que la cantidad de usuarios ha incrementado en un %20 en comparación con años anteriores. Una tendencia que va en aumento.
Por Débora Huentrul
Hace algunos años, las personas que utilizaban la bicicleta como medio de transporte lo componían un número bastante reducido. Y es que a principios de los 90, quienes querían ofrecer una imagen exitosa de sí mismos se apresuraban a comprarse un automóvil, ya que tenerlo se asociaba con el progreso económico. Los ciclistas, por otra parte, no solo debían luchar con el estigma de ser gente “escasa de recursos”, sino también con las nulas condiciones de seguridad que las calles de Santiago -cada vez más repletas de automovilistas- les ofrecían.
Hoy en día, sin embargo, las cosas están cambiando. Un estudio desarrollado por el Plan Nosotros Contamos, arrojó que el uso de bicicletas aumenta anualmente al menos en un 20%. Pero los índices son incluso más reveladores, ya que según cifras de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), los ciclistas fallecidos en accidentes de este tipo disminuyeron en el último año en un 34%.
Si en el 2010 fueron 4.118 los ciclistas que sufrieron accidentes de tránsito, la cifra fue descendiendo a 4.082 en el 2011 y 3.984 en el 2012. Mientras que los fallecidos fueron de 145 en 2010, 128 en el 2011 y 85 en el 2012, lo que indica una baja del 34%.
Si bien esto puede resultar curioso teniendo en cuenta que el número de ciclistas crece cada vez más en todo el país, estas cifras indican que al aumentar los usuarios de bicicletas, los automovilistas adquieren más conciencia con ellos al movilizarse por las calles. Un indicador alentador si se toma en cuenta la poca cultura que existe en el país –y sobre todo en Santiago- con respecto a este transporte de dos ruedas.
La tendencia viene de la mano con el aumento en las ventas de bicicletas, que se han disparado en los últimos años, así como con la construcción de ciclovías, cuya red tiene 236 kilómetros distribuidos en 31 comunas de la capital, a pesar de que el plan prometido por el gobierno de Sebastián Piñera era levantar 690 kilómetros de ruta en el 2012. Promesa que no se cumplió.
No obstante, la Intendencia de Santiago, en conjunto con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, ya ha planificados nuevos proyectos para lograr que de aquí al 2022 la red de ciclovías alcance por lo menos 800 kilómetros. Además del plan Mapocho 42k, que pretende crear una especie de carretera urbana al costado del río Mapocho.
“Esta obra comenzará a construirse durante el último trimestre de este año y busca generar un ciclopaseo entre Lo Barnechea y Pudahuel, que tiene 42 kilómetros de largo”, explicó al respecto el ministro de Vivienda y Urbanismo, Rodrigo Pérez.
Un estilo de vida
“Empecé a usar la bicicleta primero para pasear, pero hoy en día la utilizo para casi todo: ir a la universidad, ir a comprar, etc. Así no solo ahorro el dinero que me gastaría tomando la micro, sino que tengo una vida menos sedentaria” explica Catalina Vidal, quien desde hace cuatro años no suelta su bicicleta.
Catalina también concurre a las “cicletadas”, actividad que cada vez cobra más popularidad entre los usuarios. La cicletada es un trayecto colectivo organizado por asociaciones como “Bicicultura” y “Ciclistas Furiosos”, las que suelen realizarse desde puntos específicos de la capital, tal como plaza Italia o el Parque Balmaceda. La popularidad de estos eventos ha sido tal, que cada vez son más las personas que asisten a ellas.
Las cicletadas están patrocinadas por el programa Elige Vivir Sano y son una instancia ideal para compartir con otros ciclistas o concurrir con toda la familia.
“Para muchos, esto es un estilo de vida” dice Oliver Fernández, publicista de 29 años que todos los días se moviliza hasta su trabajo en su bicicleta “Si algunos tienen pasión por los autos, yo la tengo por las bicis. La uso desde que tengo 20 y no la suelto para nada. A veces mis familiares me dicen que mejor me compre un auto, que es mucho más cómodo, pero es que la intimidad que logras con el entorno de la ciudad y la gente al andar en bicicleta no te la da un auto. Soy un ferviente defensor de que haya más ciclistas en las calles. Lo malo es que falta cultura y por eso mucha gente no se atreve”
Para la gran mayoría de usuarios, la poca amabilidad de los conductores y los peatones es una constante fuente de frustración. Sin embargo, a veces la hostilidad viene de ambas partes. O al menos, así lo piensa Catalina Vidal:
“Hay mucha gente agresiva con los ciclistas, pero también me toca ver a ciclistas que no tienen ningún respeto por los peatones. O que cruzan con luz roja o no señalizan” dice ella “Yo creo que la gente debería saber compartir el espacio. La ciudad es de todos: no tiene por qué ser un campo de batalla”
Puntos de préstamo de bicicletas públicas en Providencia
Afortunadamente, muchos ciclistas admiten que la sensación de inseguridad en las calles está disminuyendo y que la gente ya empieza a aprender que la bicicleta es un medio de transporte tan factible como cualquiera.
En la comuna de Providencia, la municipalidad incluso creó un servicio de préstamo de bicicletas públicas. Este sistema ha sido un completo éxito y quienes deseen utilizar una solo deben pagar un costo mensual de $2.000.
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